domingo, 12 de febrero de 2012

Un nuevo renacer.

Diana se sentía encerrada entre tanto silencio, necesitaba más que palabras, necesitaba una revelación, algo que la hiciera abrir los ojos y darse cuenta de su realidad, la cual era tan perfecta y confusa a la vez, pero ella no lo entendía.

"...Fue tan fácil pensarlo, tan difícil aceptarlo, y ocurrió tan rápido el deshacerme de él, errar es lo más sencillo que podemos hacer, con una sola palabra podemos afectar nuestro destino radicalmente, lo más difícil es decidirnos entre correr el riesgo o seguir viviendo lo mismo que nos aburre y nos hace desear mucho más día a día.

Mi vida no era perfecta, yo era de las que escribía con lágrimas en los ojos, yo soy la que ríe en silencio soñando con una vida mejor, yo era de las que gritaba pidiendo amor y cariño. Un día funcionó, cuando decidí que debía tomar el camino correcto, a pesar de que era mucho más sencillo volver a la monotonía. Y ocurrió un amanecer dentro de mí, viví el amor como si fuera la primera vez, conocí el verdadero cariño a través de gestos, y no de falsas palabras, y algo nació en mí, una nueva esperanza fue creciendo hasta demostrarme que mi vida, tal como está hoy, es perfecta.

- Y eso es lo que me aterra.

Tanta felicidad me abruma. Mi realidad era tan absurda, que vivir este renacer es totalmente nuevo para mí, estuve escondida en tantas lágrimas y estuve atada a un amor que no me enseñó a amar mas que en el silencio. Y ahora tengo miedo, de no saber como actuar, de enfrentarme a una persona que es mejor que yo en ésto..."

Y en segundos, Diana se dio cuenta de que la única revelación que necesitaba estaba frente a sus narices, mirándola, deseándole como nadie la había deseado, tenía junto a ella a una persona dispuesta a dar todo sólo para verla sonreír. Justo en ese momento, con él mirándola fijamente a los ojos, con sus manos sobre su suave cabello, y sus labios acercándose más.. y más.. fue que se dio cuenta de que el amor había llegado, y que ya era hora de dejar de llamarlo y exigirlo. Ya era su hora.

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