domingo, 14 de agosto de 2011

Letras que me escuchan.

Era un caluroso catorce de agosto, lleno de sorpresas y una gran toma de decisiones, llegué de vuelta a mi hogar, y decidí, como de costumbre, dedicarme a las letras. Curiosas letras que suelen ser palabras en mi mente, letras que están llenas de sentimientos y recuerdos. Letras que llevan muchos nombres. Letras que soy yo. Letras que son personas vivas, personas muertas, personas. Letras que me han rodeado por pocos años y me han enseñado una nueva perspectiva de la vida, letras, letras letras.

Dulces letras que susurran silencios, letras que superan límites.

Mis letras son lágrimas escritas, son sonrisas imaginadas. Letras sencillas que desean ser candentes. Letras que son la mujer en carne viva. Letras que acostumbran ser hombres. Letras que me inspiran más letras. Letras habitando bajo mi almohada. Letras quemadas bajo el sol de mi habitación. Letras que no son letras, sino un estilo de vida. Letras ardiendo en fuegos. Letras mágicas. Letras que recitan insomnios desvelados. Letras que me persiguen. Letras que nunca fueron leídas, ni apreciadas, ni sentidas. Letras que querían ser escritas. Letras que golpeaban mi alma exigiendo libertad. Letras que querían desahogarse pero no lo lograron. Letras que seguirán siendo escritas en mi cerebro. Letras que son memorias olvidadas. Letras que son alimento del alma. Letras que me hablan. Letras que me escuchan. Letras que me vuelven hoja y papel. Letras que me llevan a otra dimensión llamada ilusión. Letras que son pequeñas películas en las cabezas de las personas. Letras que cambian muchas ideas. Letras que han logrado grandes triunfos. Letras que han convertido a simples personas en grandes ideólogos. Letras que hablan de amor. Letras que hablan de violencia. Letras que hablan de paz. Letras que son poesía. Letras que son naufragio. Letras que son lluvia. Letras que son estrellas. Letras que son cielo perdido. Letras que son tormenta. Letras que son tempestad. Letras que son tiempo. Letras que son aire. Letras que son sangre. Letras que son vida. Letras que son muerte. Letras que hablan de libertad. Letras que se vuelven libertad. Letras que son pasado. Letras que se vuelven futuro. Letras que siempre seguirán vivas. Letras que nunca me rechazarán. Letras que estás leyendo tú, en este momento. Letras de felicidad. Letras de tristeza. Letras que no son palabras, son amor.

Yo también deseo ser letras, letras que arden y que se funden en la historia de mi vida. Sentimientos que desean ser letras. Pensamientos que desean ser escritos.

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