lunes, 20 de febrero de 2012

Un amor tan fuerte como el roble, tan frágil como el olvido.

Cuando vuelvo a saborear los dulces versos inmortales que crecen en la faz de tu interior, mi cabeza me narra los recuerdos de nuestro tiempo, aquel en el cual hallaba más sonrisas que decepciones. Hoy, sombreo las maravillas de nuestro ayer, ahondando en tu memoria que todavía me persigue, adverso a mis errores y mis estúpidas decisiones, me desvío hacia el borde de unas fantasías que rodean mis labios, llamándote, libremente como un viento que viaja por el tiempo sin cambiar, sin exigir nada más que aire. Desafié al silencio, al orgullo y a la paciencia, pasé por encima de todos ellos para acariciar tus mejillas, con esa gracia y esa fugaz esencia que calienta mi piel, con la suavidad de un invierno desgastado, y con la adrenalina de los veranos que yacen en mis recuerdos, con la elocuencia del amanecer que alarma mis sueños. Decidiste agobiar mi alma apartándote de mi realidad, de tu realidad, de nuestra realidad que puede convertirse de nuevo en la ilusión que tanto deseamos, un amor eterno. Un amor tan fuerte como un roble, tan frágil como el olvido.

jueves, 16 de febrero de 2012

Las esperanzas viven como las nubes del cielo hablan cuando el sol se esconde.

Con lágrimas en los ojos se escondía tras el silencio, su realidad era su culpa, y su culpa era su desprecio. Él estaba en todas partes, ella no lo comprendía. El amor es más que una palabra, el amor es más que un sentimiento, no existen sentimientos sin sensaciones, no existen sensaciones sin amor. Le costaba descubrir la razón por la cual él no la había buscado, por eso decidió rendirse, pero el deseo de volver y seguir luchando la mantuvo de pie, en el peor momento, en el instante en el que la vida le sonreía ella le ofrecía lágrimas. Las brisas que llegaban desde el mar no podían contarle la verdad. ¿A dónde se fue su rostro envuelto en sonrisas? Se fue sollozando hasta encontrar su camino, y ella sospechaba de su olvido, sospechaba que el no recordaría jamás sus caricias y sus palabras, sospechaba que el ya la dejaría atrás, y tenía todo el derecho de hacerlo.

Ella se prometió aceptarlo, prometió que dejaría que él fuera libre y feliz, pero era mentira, una voz muy dentro de ella le repetía que a él le sucedería lo mismo que a ella, que se daría cuenta de que ella era el amor de su vida y que eso era algo que nadie podría cambiar. En su mente, ella se lo imaginaba corriendo a sus brazos con lágrimas que hablaban por él, con lágrimas que decían "lo siento", con manos que explicaban un "te extraño", pero eran sólo fantasías de ella. ¿Y si él terminaba siendo feliz?

Este es el momento en el que nos damos cuenta si de verdad estamos enamorados, cuando debemos pedirle que se quede, o dejarlo ser feliz con alguien más. Pero no era tan tarde todavía, porque las esperanzas viven como las nubes del cielo hablan cuando el sol se esconde.

domingo, 12 de febrero de 2012

Un nuevo renacer.

Diana se sentía encerrada entre tanto silencio, necesitaba más que palabras, necesitaba una revelación, algo que la hiciera abrir los ojos y darse cuenta de su realidad, la cual era tan perfecta y confusa a la vez, pero ella no lo entendía.

"...Fue tan fácil pensarlo, tan difícil aceptarlo, y ocurrió tan rápido el deshacerme de él, errar es lo más sencillo que podemos hacer, con una sola palabra podemos afectar nuestro destino radicalmente, lo más difícil es decidirnos entre correr el riesgo o seguir viviendo lo mismo que nos aburre y nos hace desear mucho más día a día.

Mi vida no era perfecta, yo era de las que escribía con lágrimas en los ojos, yo soy la que ríe en silencio soñando con una vida mejor, yo era de las que gritaba pidiendo amor y cariño. Un día funcionó, cuando decidí que debía tomar el camino correcto, a pesar de que era mucho más sencillo volver a la monotonía. Y ocurrió un amanecer dentro de mí, viví el amor como si fuera la primera vez, conocí el verdadero cariño a través de gestos, y no de falsas palabras, y algo nació en mí, una nueva esperanza fue creciendo hasta demostrarme que mi vida, tal como está hoy, es perfecta.

- Y eso es lo que me aterra.

Tanta felicidad me abruma. Mi realidad era tan absurda, que vivir este renacer es totalmente nuevo para mí, estuve escondida en tantas lágrimas y estuve atada a un amor que no me enseñó a amar mas que en el silencio. Y ahora tengo miedo, de no saber como actuar, de enfrentarme a una persona que es mejor que yo en ésto..."

Y en segundos, Diana se dio cuenta de que la única revelación que necesitaba estaba frente a sus narices, mirándola, deseándole como nadie la había deseado, tenía junto a ella a una persona dispuesta a dar todo sólo para verla sonreír. Justo en ese momento, con él mirándola fijamente a los ojos, con sus manos sobre su suave cabello, y sus labios acercándose más.. y más.. fue que se dio cuenta de que el amor había llegado, y que ya era hora de dejar de llamarlo y exigirlo. Ya era su hora.

No se si estoy preparada para dejarte en el pasado.

martes, 7 de febrero de 2012

Piedra, papel o tijera.

"Lo nuestro fue un juego siempre, pero no para mí. Para él, en cambio, era sólo una etapa. Para mí no existe descripción alguna que pueda definir lo que viví, empezando porque fue una de las mejores aventuras que he tenido, cuando todo esto inicio yo tenía tan sólo 12 años, indefensa en la vida no sabía cómo actuar, pero lo hice y lo logré, apareció él en mi vida, para llenarla de alegría y palabras lindas, al principio fue un sueño cumplido, mucho después, no era lo suficiente. Me alejé de algo que quería, erré dos veces seguidas, me disculpé, cambié, de hecho, toda mi vida cambió, cuando hice todo lo posiblemente perfecto para hacerlo sonreír ya era tarde, él vivía de burlas, creyendo que mi lengua posaría sobre sus pies, creyendo que no lograría ver a alguien más porque mis ojos recaían en él y en todo el amor que yo le ofrecía, y estaba en lo correcto. Su sonrisa era una imagen plasmada en mi memoria día y noche, pero él sólo causaba ilusiones, como todos los sueños que terminan por no cumplirse, como todas esas personas que prometen regresar, el error fue mío siempre, por no querer aceptar el rechazo obvio que en sus ojos yacían, por no irme en vez de pedirle que fuera sincero, olvidé que él jamás ha sido sincero, el intentar sacarle una verdad de la boca solo fue una pérdida de tiempo. Logré salir, lo cual no servirá de nada, porque este amor no nació de palabras ni de besos, nació de mi cuerpo, se fue formando poco a poco mientras yo deseaba tan sólo cariño, el cual obviamente, tampoco recibí. Pero el hecho de querer obtener esas caricias era lo que me mantenía cayendo en sus brazos cada vez que él los abría hacia mí. Y yo soñaba, envuelta en mentiras que me llenaban como halagos, mi cuerpo me exigía amor, mi cuerpo estaba enamorado de él, cada centímetro de mi piel se alteraba cuando él aparecía, llegué a pensar tantas veces que eran problemas hormonales, pero no, era él, que con frases me alegraba mis días, a pesar de que no fueran reales, a pesar de que yo estaba enamorada de un ser que no existía, porque él siempre me mintió, siempre quiso ser superior a los demás, yo sé que yo lo calmaba, lo veía en su estado de ánimo cada vez que yo lo hacía sonreír, pero él jamás actuó, y ya era hora de que yo decidiera si debería seguir jugando como una niña enamorada del cielo y las nubes, o era hora de darle por fin una oportunidad a alguien que pudiera ofrecerme más.

Lo nuestro fue un juego de piedra papel o tijera, no importa lo fuertes que queríamos ser, todos tenemos una debilidad que nos gana cuando empeoramos, pero que nos enseña a correr riesgos y a saber afrontar las consecuencias..."